CAPÍTULO 9: ME LLAMO STACY ( PARTE 2 )

La madre de Esteban, Doña Ramona, se había enterado del altercado por un agente que les avisó en el domicilio familiar. Fruto de su agonía y desesperación, corrió en busca de su " angelito " , pero las fuerzas del orden como un muro de hormigón, impidieron la estampida de alaridos y lamentos que se acercaba al malherido Esteban. ¿ La razón ?. Su hijo estaba siendo atendido debido a la gravedad y consideración de las heridas sufridas en su frágil y destrozado cuerpo.

Doña Ramona, dominada por la frustración y la búsqueda de respuestas, agarró mi mano fuertemente mientras sus ojos, vidriosos por las lágrimas, intentaban hallar en los míos explicaciones:

- Julio, hijo, ¿ Qué ha ocurrido aquí ? - mientras lloriqueaba - ¿ Quién le ha hecho esto a mi osito ?

. Su hijo es un putero y no paga señora - Gritó la " mujerona ". - Si no sabía que venía con extras es su problema, no el mío, además , ¿ El gramo de coca quién me lo paga ? - extendiendo la palma de su huesuda mano. - Su hijo dijo que también apoquinaba con él.

- ¡Ay, Dios mío ! ¿ Tú quién coño eres ? - gritó Doña Ramona mientras encontraba refugio y resguardo tras mi espalda.

- Me llamo Stacy, acabo de hacer un mamada a tu hijo - mientras sonreía. - Después de rematar la " faena ", me preguntó si tenía coca, tenía un gramo y acepté ventilarlos junto a él siempre y cuando pagase el gramo . Tras tomar el "pollo" no paro de meterme mano hasta que "topó" mi chóped. Me escupió en la cara y me dijo que me marchase y le di de ostias hasta que aparecieron el viejo y el subnormal que tienes a tú lado. - A carcajada limpia, el subidón de zarpa con alcohol o similares era curiosa.

Ahora con la luz, podía fijarme perfectamente en "Stacy". Mediría casi 1,90 como yo, tenía el pecho operado y creo que la nuez también. Su cara era profundamente masculina, con un pómulo que más quisiese Fernando Alonso y una barbilla que envidiaría el propio Popeye.

Podía ser perfectamente una copia mal hecha de Jesulin de Eurique en Torrente 5 mezclado con Gabino Diego, mirar su rostro era cómo ir a una feria cuando era un crío, un jodido espectáculo.

- ¡Doña Ramona! - era Don César, aún convaleciente y con un ojo amoratado, pero como buen Presidente, salió vivo de esta pelea. - Intenté parar a la prostituta, Julio también lo hizo, hasta que consiguió apartarle de Esteban e intentó ahogarme.

- Creo que va a ser una noche larga Doña Ramona. - Mientras tocaba su hombro - Podría subir usted arriba a vestirse y tomar un café, la noche va a ser muy larga.

- ¡Ay! Mi marido está dormido, tiene la tensión alta y no quiero despertarle. - Mientras lloraba sin consolación.

- No se preocupe. - Dijo Don César, suba sólo a por su documentación, pero seguramente tengamos que ir al Comisaría para declarar.

No jodas, estoy tranquilamente durmiendo y por un jodido cocainómano putero, voy a tener que pasar el resto de la puta madrugada en comisaría. Uno de los agentes, se acercó a mi para que relatase mi versión ( la que tenéis vosotros narrada en el cap.8 ). Terminada mi " declaración " debía formalizarse junto con la de Don César en Comisaría. El Agente, se dirigió de nuevo a mí:

- Vaya usted a su domicilio, dúchese, tome algo y baje de nuevo. Luego debe acompañarnos para tomarle declaración. Este caso pasará a un juzgado de Guardia y se resolverá en las próximas 24 horas. - Discúlpeme, tengo que ayudar a mis compañeros.

Dejé a Doña Ramona junto a Don César y llegué al ascensor. Aún seguía el barullo vecinal en la escena del crimen cuando :

- ¡Coño!. - Grité. - El bolso y la sangre están aquí. - ¡Agentes, por favor, vengan aquí!- mientras hacía gestos con los brazos cómo si fuese un controlador aéreo.

Yo, en mi apogeo de creerme Colombo en una de sus aventuras, creía haber encontrado el tesoro perdido, pero los agentes cogieron el bolso con unos guantes y poco más. Pregunté por el charco de sangre ( no era tanto como yo pensaba en un primer instante ) y me dijeron que podía limpiarlo si quería. La única persona con "cortes" era Esteban, tenía la boca y la nariz destrozadas, seguro ( suposiciones mías ) le había roto el tabique el toro loco ese de mujerzuela.

Lo primero que hice fue bajar al sótano, me dirigí a la sala de limpieza preparando el cubo de la fregona y un paño húmedo. Mientras limpiaba todo ese " elixir de sirope de coca " me esforzaba por pensar en las hermosas y majestuosas tetonas de mi amiga Jessi, al menos servía de consolación ante tal asquerosa situación. Dejé todo ordenado y limpio de nuevo en el cuarto de limpieza y puse rumbo a la guarida del conserje, es decir, el gordito risueño que os narra la historia.

Al llegar a mi piso, cerré la puerta apoyándome en ella, suspiré mientras centraba mi mirada en mi nueva adquisición de EBay: una foto firmada por Francesco Totti después de un partido en el 2004 contra la Fiorentina. No era momento para tales menesteres, pero uno de mis hobbies es coleccionar recuerdos futbolísticos a modo de autógrafos, además, no por mero afán de coleccionar, si no porque sólo con mirar esas fotos, era capaz de discurrir mi imaginación a mi más tierna infancia cuando soñaba con ser uno de esas " estrellas " que ahora alumbran el firmamento más íntimo mi persona, mi vivienda.

Fui a la cocina a la sección de " especias ". En uno de los tarros del fondo, tengo marihuana dentro de una cajita de Holanda que me regaló una ex novia que pone en holandés " Perejil ". Desenrosqué la tapa y acerqué levemente el frasco a mi puntiaguda nariz, deleitándome con el sabor adquirido por esas flores de la amiga " María " después de un mes y medio de meticulosa curación.

Me fumé el porro por la ventana divisando el panorama. Al parecer, el altercado sufrido abajo había llamado la atención de todo el vecindario, tal debieron ser los gritos y golpazos que todo vecino a dos manzanas a la redonda se había enterado. Me distraje unos 10 minutos mirando las lucecitas de los coches patrulla mientras jugueteaba con el humo del " cigarro " y una despistada araña en el marco de la ventana que se había convertido en mi desgraciada compañera de juegos.

La ducha se produjo con desmesurada calma y con agua caliente, a pesar del calor existente. Tenía la necesidad imperiosa de relajar los músculos, eso se conseguía con agüita caliente y unos minutos de añoranza genética, rememorando tiempos pasados donde mis ancestros eran peces intentando luchar por llegar a tierra firme.

Una vez duchado, fumado y arreglado, sólo me quedaba la " difícil " tarea de salir por la puerta de casa rumbo al " Portal Maldito " ( Próximamente en cines ). Al llegar al portal, Esteban había sido llevado a Urgencias acompañado de su madre. Los médicos que le asistieron en el lugar, confirmaron que tenía el tabique nasal partido y dos costillas fracturadas. Le salió cara la mamada, en fin, al menos se la llevo a modo de " Kínder Sorpresa ".

Y su sorpresa ya se encontraba en dependencias policiales a la espera de nuestras declaraciones para ser juzgada. Don César mientras íbamos de camino a Comisaría, me contó que los Policías habían confirmado en la base de datos que era reincidente en robos con violencia y palizas. No era prostituta, engatusaba a sus víctimas cuando las veía en condiciones " deplorables " y las lleva a esquinas o callejones, una vez allí, les daba una paliza e intentaba huir. Su excusa, en caso de ser pillada, era que estaba ejerciendo la calle y no la querían pagar el servicio, todo muy bien pensando.

Pero esta vez tuvo la mala fortuna de encontrarse con Don César, que al escuchar ruidos y risas en el Portal, decidió bajar. Me llamó a mí para que acudiese junto a él para ver que ocurría, pero si os acordáis, estaba tan casado en la cama que rechacé la llamada. Dos minutos después, Esteban, subió a su domicilio un segundo dejando a la " chica " esperando en el portal.

Ante tal situación, el Presi pensó que sería alguna mujer de las que se " ligaba a golpe de talonario " Esteban y no le dio más importancia, volvió a su domicilio. Tres horas después, escuchó unos gritos que duraron segundos y unos golpes. Volvió a bajar y se encontró a "Stacy" encima de Esteban golpeándole sin parar. Intentó pararla, pero a cambió recibió sendos puñetazos en el ojo y la barriga, quedando sin aire.

Desde el suelo, consiguió contactar conmigo y a gatas, esconderse en el rellano que comunica con el sótano. Al bajar yo minutos después, ya sabéis como fue el desenlace.

Manda huevos con Don César, tiene unos cojones bien puestos. Cuando una persona es inteligente y aparte, tiene el mínimo de sangre fría necesaria para afrontar una situación así, es digna de admirar y mucho más ( por la cuenta que me trae ) presidir esta comunidad. Él ni hablo de ello esa noche ni en semanas posteriores, pero este hombre, acababa de salvarle la vida a Esteban ).

Llegamos a Comisaría y ambos declaramos, lo que nos duraría media hora a cada uno. Contamos todos los pormenores y detalles, al igual que las conversaciones o todo lo que Stacy soltó por su destructiva y lasciva bocaza. Un agente nos regaló una Coca Cola y un sándwich a cada uno y ahí termino todo. Volvimos a nuestra gran comunidad de la misma forma que nos habíamos ido de ella: en el coche de Don César.

Mientras íbamos camino a casa, Don César y el menda lerenda nos pusimos a charlar:

- Menuda noche Julio, yo ya no estoy para estos trotes. - Mientras se incorporaba a la autopista. - ¿ te apetece que desayunemos en el Bar de Ángel ? . Ya son las 8 de la mañana y prepara unas tortitas con chocolate cojonudas. - Mientras me sonreía. - El café es una mierda industrial, pero esas tortitas merecen todos mis respetos.

- Por qué no, así me despejó un rato antes de ponerme a currar. - Mientras frotaba mis ojos, que fruto del cansancio daban aspecto y apariencia a mi cara de un asiático mandarino buscando gatos o patos por las avenidas ( ¿ os acordáis de esa " leyenda urbana " ).

Las carcajadas en el Bar de Ángel contándole la historia de Esteban, fueron tales, que su hijo Ismael prefirió cerrar el Bar hasta las 9 y media estando sólo nosotros de cháchara. Sin darnos cuenta, Ángel, como buen tabernero, sacó un vino cosecha " de su primo " que nos dio un pelotazo considerable.

El sol azotaba con vehemencia mientras nuestras carcajadas iban en aumento. Mandaba cojones con el niñato de Esteban, que pena por su madre, Doña Ramona. Esa familia tenía dinero, dinero de verdad. Al chaval le daban estudios privados en los que prácticamente no tenía que hacer nada, un coche deportivo, un piso de vacaciones en Gandía, ¿ qué cojones más quería ?. Llevaba todo el dichoso verano teniendo que limpiar los putos estropicios que me encontraba mañana sí y mañana también después de sus desparrames dignos de " Callejeros " nocturnos.

- Anda Julio, hoy tómate el día libre, que te has portado como un fiera - mientras saboreaba el culo del vaso de vino. - Yo me voy a dormir ahora cómo un campeón, espero que tú hagas lo mismo.

Nos despedimos de Ángel y su hijo, que debido a la gran historieta que le habíamos contado, nos invitó a todo lo consumido. El camino a casa se hizo eterno, debería ser fruto del zumo de uva, ya que el trayecto era de 10 metros. A duras penas conseguí llegar hasta mi piso, intentando jugar al despiste con los vecinos, para que ninguno viese mi " cogorza ".

Don César, el cabronazo, le daba igual, subió a su casa por el ascensor dejando un pestazo a alcohol que ni un grupo de quinceañeros el día que descubrieron que el cartón de vino de 0,30 céntimos si se junta con Refresco de Cola ( no seáis mal pensados ) produce calimocho, joder, acaban de practicar alquimia.

A duras penas llegué al rellano de mi casa cuando:

- Pim, Pim - era el móvil, un WhatsApp de Jessi.

- " Joder, me acabo de enterar por Marta de lo que ha ocurrido abajo con un travestí, ¿ estás bien ? ¿ te apetece que nos fumemos un porro?

- Una sonrisilla diabólica se apodero de mi alma a la vez que mi mano agarró a Manuela cómo queriendo despertarla de su letargo, después de la fiesta que se había montado Esteban, era hora de ir a por la mía...
 
CONTINUARÁ

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