CAPITULO 48: LOS OCUPAS (PARTE 5)



Estaba totalmente bloqueado, ¿qué cojones debería hacer? Por un lado si dejaba pasar mucho tiempo, estaría obligando a pitufo a gruñón a descubrirse jodiendo así todo el operativo que lleve montado, por otro lado sólo me queda una cosa por hacer, aunque ahora tenga por cojones dos canicas, hay que ponerla sobre la mesa:

Me tiré al suelo agarrando la placa lo primero para que no se viese la cara de pitufo gruñón a la vez que el arma. Tras ello me levanté lo más rapido que dieron de sí mis piernas y grité lo siguiente mientras sostenía el arma en mi mano derecha:

- Ministerio del Interior - Gritando con vehemencia - Abandonen inmediatamente todos el lugar...¡Ya! Derrepente todo el mundo empezó a salir corriendo de la habitación dirección a la calle, muchos olvidando sus móviles, dinero, etc.

Usted caballero, quédese aquí - Señalando a pitufo gruñón - Y usted señorita, abandone el lugar y ayude a su novio - Dirigiéndome a Jessica - Quiero la casa despejada en cinco minutos - Dirigiendome a los pocos que allí ya quedaban.

- Toma, esto es tuyo - Disimuladamente dándole el arma y la placa a, ya podemos decir su nombre, Emilio - Tú chaval quédate aquí, que te tenemos muy fichado desde arriba - Dirigiéndome a Emilio.

- Joder Agente, eres un cabrón, ¡Libertad, abajo la tiranía policial! - Mis ojos no creían lo que veían y mis reconstruidos oídos mucho menos lo que escuchaban - Gracias a Dios, el agente Emilio estaba colaborando conmigo y vislumbraba luz al final del túnel.

Tras marcharse todo el mundo del lugar me senté en el borde de la cama de Emilio mientras ya respiraba profundamente y despegaba mi camiseta llena de sangre cornuda de mi espalda.

- Verás Emilio - mientras me encendía un canuto de un cenicero - Yo cómo portero de la finca no puedo permitir que haya ocupas aquí, no soy gilipollas, sé que si estos chavales llaman a la policía declarándose ocupas de aquí o tú mismo lo pides en comisaría aquí os quedaís. Pero creo que podemos llegar a un acuerdo si todos cedemos un poco.

- Mira, Julio, desde un principio sabía que eras el portero del lugar, era algo que ya estaba investigado por parte de la policía digamos... política como tú has dicho, para no enrollarnos - Mientras cerraba la puerta de su habitación.

- Entonces, ¿el paripé de dejarme entrar en la fiesta o en la habitación a solas con Jessica? No tiene sentido - Rascando mi barbilla.

- Por qué sabemos gracias a whatsapp de Jessica, que el baboso del portero la mete fichas - Pero qué hija de puta la niñata - Y supuse que tú unica intención era follartela, porque en sus mensajes pone que la pones cachonda - Ahora ya me parecía menos hija de puta la chavala.

- Pero tronco, dejar entrar a un tío en tu habitación teniendo el arma ahí al alcance de cualquiera... - levantandome de la cama.

- Eso fué un fallo absurdo por mi parte, en este trabajo, con tanto fumar porros, echar polvos con universitarias y las putas charlas filosóficas, uno acaba perdiendo un poco la cabeza - Me estaba dando envidia el cabrón - Y cometí el fallo de dejaron entrar sin antes haber guardado la mochila, lo olvidé por completo - Mirando por la ventana de la habitación - Mira, se están marchando todos del lugar.

Me asomé a la ventana y efectivamente, todos los integrantes de la fiesta se estaban marchando del lugar, y lo qué es mejor, los otros ocupas estaban ya fuera con sus bártulos, por ahora todo parecía un triunfo aplastante.

- Jajaja - riéndome a carcajada limpia - Eso significa qué he ganado, ¿no? - Mirando a emilio fijamente a los ojos - ¿Se van para no volver verdad?

- Pues no Julio, te equivocas - con una sonrisa parecida a la del sapientín de clase cuando alguien se equivoca en la pizarra - Están yendo a guardar las cosas a alguna calle aledaña  y van a llamar al señor Costa, el abogado que asesora a este grupo para realizar sus ocupaciones ilegales.

Emilio me estuvo costando que alrededor de la madrugada aparecerían de nuevo, reventarían el bombín colocando un escrito que les daría el abogado de que era una casa ocupada. Acto seguido, llamarían a la policía para notificar la ocupación y magia hecha señores, dos años o más que estarían aquí.

- De hecho tuviste mucha suerte Julio - Dijo Pitufo Gruñón - Mañana mismo se iba a proceder a "legalizar" la ocupación con los pasos que describí anteriormente - Mientras recogía las cosas de su mochila - Me voy, pero por lástima para tí esta noche volverán al lugar, y con el abogado.

- Pero ya no hay nada aquí de ellos, si me meto yo a vivir diciendo que el portero vive aquí actualmente, la policía no podría decir nada - poniendo yo cara de sapientín ahora - ¿No?

- Pues, respuesta incorrecta, hay videos de cómo se ocupó la casa, la distribución de las habitaciones, etc - Sería más complicado, pero meterías a la comunidad en pleitos.

En ese momento, ya sin apenas fuerzas en el cuerpo, con dolor en la puta espalda por Carlos, el nuevo "cornu-novio" de Jessica, en un último esfuerzo por llegar a algún acuerdo, llamé a Don César pidiéndole que bajase hasta el piso.

El pobre hombre al entrar y no ver a nadie vino corriendo a abrazarme, me daba pena decirle que, aunque ahora no viese a nadie, iban a volver con un abogado.

- Don César, siéntate por favor y habla con Don Emilio Gracena, el policía de incógnito que está infiltrado en este operativo - Señalando a Emilio.

- Cada vez menos infiltrado, por lo que parece - Dijo Emilio en tono sarcástico.

Don César y Emilio empezaron a discutir sobre cosas que verdaderamente este último no tenía la culpa, ya que no legislaba cumpliendo sólo con lo que sus jefes le mandan.Yo miraba por la ventana, todo estaba tan tranquilo, sin ruidos extraños, sin niños con drumm and bass todo el día puesto oliendo todo el edificio a Marihuana (los vicios en la casa propia de cada uno y sin molestar al prójimo).

Miraba hacie el fondo acordándome de mis primeras aventuras para bajar la barriga, cuando me adentraba en las peores calles del barrio acabando en el hospital con una paliza por una agradable familia... ¡Coño, la calle de las estrellitas!

La calle de las estrellitas era una avenida que acababa en un callejón sin salida. Hasta hace un año había sido la zona de venta de drogas, donde además muchos toxicómanos dormían. Pero la ampliación de otro de los centros de la droga y varias redadas al lugar, provocaron que ahora nadie viva allí.

- Chavales, tengo una solución - Dije seriamente - La calle de las estrellitas
- ¿La calle de las estrellitas? - Dijo Emilio cabreado - Eso esta lleno de camellos y yonkis
- Estaba - Dijo Don César - Ahora no queda ni uno y es verdad que allí no viven ni vagabundo - Suspirando - Además de ya tener toda esa zona la electricidad pinchada, hasta agua, joder y vienen ustedes a dar por culo a una comunidad que paga sus impuestos.

Emilio se quedó durante varios minutos pensando mientras sacaba de la mochila un walkie talkie para hablar con sus compañeros:

- Aquí calamar sereno a chipirón calentito, conteste - Dijo Emilio - Solicito un vehiculo uniformado para la calle de las estrellitas lo antes posible, gracias.

- Por cierto calamar sereno, nos comunican que envíemos a una patrulla a por el portero, por una presunta agresión a un chico, ¿procedemos? - Se escuchó al otro lado.

Me cago en la puta, el muy subnormal del enano cornudo, no sólo contento de iniciar una pelea cual koala agresivo territorial, me denuncia. Seguramente haya presionado a Jessica (o quizás no) para que esto ocurra.

En ese momento Emilio me miró de arriba a abajo, en cierto modo le daba lástima por la situación ya que era consciente del marrón que le había solucionado. Sin más tiempo para pensar por mi parte, ya que pensaba intentar hablar con él, contestó al aparato.

- ¿El agredido presenta lesiones de gravedad? - Preguntó Emilio.
- Para nada, magulladuras y un corte de medio centimetro poco profundo en la cabeza. - Contestaron al otro lado del walkie. - Placas de cabeza correctas y nada roto.
- Perfecto, pues busquen a otra persona, ya que el portero estaba conmigo en todo momento y él no ha sido. Era un chico llamado "cachibaches" que vive por la ronda de las angustias. Su dirección viene junto a su apodo en la ficha electrónica.
- Perfecto compañero, ahora mandamos a las Estrellitas una patrulla y decimos al agredido que el portero no ha sido ya que consta de coartada policial.

Emilio no era consciente de que me había salvado mi pescuezo laboral, ya que a veces los porteros realizamos actos desmedidos con tal de contentar, defender u obedecer a los propietarios por el bien comunitario. Yo no tendría que haberme colado, ni haber hecho el gilipollas, pero bien es cierto que si hubiese dejado a Don César llamar a la policía en un primer momento, hubiésemos tenido ocupas para rato.

La tarde terminó con los ocupas ocupando la calle de las Estrellitas, Don César celebrando la victoria en el bar de Angelote y yo recogiendo la casa ya desocupada tranquilamente. Entre el botín que obtuve de las pertenencias que quedaron allí de los ocupas fueron tres móviles de gama alta, dos de gama media, 5 de gama baja, 400 euros y diversas drogas.

Qué decir que mi móvil chinorris fué remplazado por un maravilloso iphone sin bloqueo de icloud que conseguí y mientras dejaba la casa cómo los chorros del oro, me fumé un porro de unos 30 gramos de hachís que algún camello se dejó cuando oyó la palabra "policía" en una casa ocupa.

Debo decir también qué Jessica me estuvo llamando toda la tarde y noche, supongo que para ponerme a parir o mandarme a tomar por culo por pegar a su novio. Pasando de malos rollos y celebrando la victoria desconecté mi nuevo iphone dispuniendo a dormir.

Me acurruqué en los brazos de Morfeo y las horas discurrieron en mi cama mientras el calor hacía mella en mis glándulas sudoríparas, dejando mis sábanas cómo ricky martin en los 90 las bragas de los conciertos multitudinarios.

Por la noche me desperté con ganas de mear y mientras preparaba una taza de chocolate caliente al haberme desvelado, decidí encender el móvil, en él tenía un SMS de Jessica que ponía:

" Julio, mil perdones por lo que hizo hoy mi ahora ex novio. También debo disculparme por todo el rollo de la casa ocupa, el no haberte avisado me convierte en una pésima persona y una horrible amiga. Espero que sepas perdonarme... P.D: estabas muy sexy sin camiseta..."

CONTINUARÁ






Comparte este blog

Siguiente
« Prev Post
Anterior
Next Post »